Un sobrino-nieto de Jorge Salvany me pidió hace algunas semanas información
sobre este duro boxeador de principios del siglo XX, con quien mi propio abuelo
no solo compartió muchos rivales sino que, incluso, ambos llegaron a
pelear en junio de 1926. Me alegra poder contribuir a la difusión de su figura,
un bravo profesional muy apreciado por la afición a quien dedico estas líneas.
Las primeras noticias de Jorge Salvany como boxeador se remontan a
julio de 1921, cuando participa en las veladas que el crítico Larruy, gran
amante y promotor del boxeo, organiza en el Parque de la Ciudadela de
Barcelona.
En aquellas fechas, el boxeo es un deporte aún incipiente en
nuestro país, aunque ya comienza a contar con un buen número de seguidores.
Recién importado de Gran Bretaña y Francia (comienza a practicarse en Barcelona
a finales de la primera década del siglo XX), por la ciudad condal se ha
diseminado ya un buen número de clubes en los que voluntariosos profesores
(varios de ellos de los países vecinos) enseñan el pugilato a jóvenes no menos
voluntariosos.
Uno de estos gimnasios es el Barcelona Boxing Club, en el que
militará Jorge Salvany durante toda su carrera. Fundado en 1911, el BBC va
trasladando su sede por las trastiendas de varios bares y en otros locales del
centro de Barcelona hasta su ubicación más estable en la calle Conde de Asalto,
58.
Al BBC pronto pertenecerán también algunos de los primeros púgiles
de renombre de Barcelona, que es tanto como decirlo de España: César Alaix,
Barcino, Miró, Ángel Munich, los futuros campeones de España Joaquín Valls,
Luis Vallespín y José Teixidó, Fernando Urtasun… Con todos ellos compartirá
Salvany gimnasio y, con frecuencia, los carteles de las veladas.
Pero el boxeo español aún carece de un organismo regulador, y los
excesos de algunos empresarios aprovechados amenazan con hacerle perder el
crédito que va ganando. En 1921 se constituye en Barcelona la Federación
Española de Deportes de Defensa, presidida por el crítico Ramón Larruy, quien lleva
un tiempo organizando veladas de verano en el Parque de la Ciudadela con las
que pretende popularizar el boxeo y dar su primera oportunidad a los boxeadores
noveles.
Es así que las primeras dos apariciones de Salvany tienen lugar en
1921 en el contexto de estas veladas. Ronda por entonces los 54 kilos,
en el límite entre los pesos gallos y pluma, aunque su desarrollo corporal hará
que, como sucede con la mayoría de los boxeadores, vaya primero integrándose de
forma plena en los pluma para luego, superados los 58 kilos, se incorpore a los
pesos ligeros.
El saldo de los primeros combates no puede ser más alentador: el martes
19 de julio vence claramente por puntos en 4 asaltos de 3 minutos a Willy (del
Sporting Boxing Club), y una semana más tarde hace lo propio con Plasin. Dos
días después de esta última pelea, vuelve a subir al ring para enfrentarse, en
el Iris Park, con Fabregat, del Sporting Boxing Club, a quien vence también por
puntos.
El 9 de agosto, de nuevo en el Parque, hace nulo con el campeón de
España del peso mosca, Luis Vallespín, aunque como señala La Vanguardia, “faltó el canto de un duro para que fuese una
victoria de Salvany”.
No volvemos a ver a Salvany entre las cuerdas hasta el domingo 23
de octubre, en la velada que tiene lugar en un cine Doré que a pesar de lo
atractivo del cartel (en el que participan nada menos que dos campeones
extraoficiales de España, Blind y Pedro Sáez contra otros tantos franceses)
registra una pobre entrada. En el segundo combate de la noche, a 6 asaltos,
Salvany vence por puntos a Ibáñez en lo que Mundo Deportivo califica como una “monumental
paliza”. Claro que también aclara que el tal Ibáñez, que en teoría debía haber
sido un púgil de cierto prestigio del Sporting Boxing Club, había sido sustituido
a última hora por otro boxeador de igual nombre y menos ciencia, ya que el
primero se lo había pensado mejor “pensando que Salvany pega”.
La organización del Doré vuelve a contar
con Salvany en dos ocasiones más durante el mes de noviembre. El viernes 4, se
enfrenta en el tercer combate de la noche con Fabregat, en pelea de revancha. Ambos
dan 54 kilos en la balanza, y el encuentro está pactado a 6 rounds de 2
minutos. De nuevo la victoria es para Salvany por puntos. El martes siguiente,
día 8, de nuevo en 6 rounds de 2 minutos, bate por puntos a Martucci (55 kilos)
en la segunda pelea de la velada.
Sin embargo, ya plenamente integrado en
la categoría de los plumas, no puede evitar enlazar una serie de derrotas que
amenazan seriamente su incipiente carrera. La primera tiene lugar el 22 de
diciembre, en la gran velada que organiza el promotor Juanito Elías (figura que
será legendaria en el boxeo catalán) en el que a su vez será el gran escenario
del boxeo de la época, el teatro llamado Iris Park. Salvany hace frente, en el
segundo combate de la noche y a 6 asaltos, a Vicente Chueca, durísimo pegador. Durante
el primer round, Chueca domina con continuos ataques, colocando dos buenos
crochets derechos al flanco. En el segundo asalto Salvany sale con más decisión
pero no puede evitar que su rival le propine un fuerte cabezazo seguido de
algunos crochets y swings que acaban por llevarle al abandono antes de que
vuelva a sonar la campana.
La siguiente pelea de Jorge Salvany no
tiene lugar hasta unos meses más tarde, cuando el jueves 16 de marzo de 1922
vuelve al ring del Iris Park para enfrentarse al francés Charles Raymond. Es el
primer combate del púgil catalán a 10 asaltos de 2 minutos, en un local repleto
de aficionados. Ambos púgiles libran una bonita pelea en la que el francés, con
un historial largo y lleno de éxitos, demuestra su superioridad y fuerza a
Salvany a permanecer en su rincón cuando la campana anuncia el comienzo del
séptimo asalto.
Un mes más tarde, el miércoles 22 de
abril, y de nuevo de la mano de Juanito Elías, sale a pelear en un Frontón
Condal repleto hasta la bandera contra el excelente púgil Agustín Villar, en
combate pactado a 10 asaltos de 2 minutos. Los dos primeros rounds son de dura
batalla, pero en el tercero Villar coloca un fuerte crochet derecho en la mandíbula,
seguido de un uppercut izquierdo que derriba a Salvany y le hace escuchar el
cuenteo de diez desde la lona. Una gran ovación del público saluda a vencido y
vencedor, en reconocimiento de su coraje.
A mediados de 1922 el boxeo se ha
situado ya como uno de los grandes deportes de España. Las veladas abundan, el
público llena los teatros y salas, se multiplican los clubes, y la Federación
Española de Deportes de Defensa acaba por refundarse con el nombre de
Federación Española de Boxeo, siempre bajo los auspicios de Ramón Larruy. El
mismo Larruy vuelve a organizar las veladas de verano en el parque, y una vez
más vuelve a contar con Jorge Salvany, siempre batallador y fiable. El jueves
10 de agosto le sitúa como cabeza de cartel, en combate a 4 asaltos de 3
minutos, frente a Small (esa noche también pelearán dos futuros campeones de
España del peso ligero, Tomás Cola e Hilario Martínez). Small parece llevar
cierta ventaja durante el primer round, pero Salvany pronto demuestra que se ha
preparado de forma excelente y domina de forma clara a su rival hasta el fin
del combate, llevándose una merecida victoria por puntos.
Una semana más tarde, el jueves 17 de
agosto, Jorge Salvany vuelve al mismo escenario pero no pasa del nulo ante
Barnils, del Sporting Boxing Club, en una pelea enmarrullada que no resulta del
agrado del público.
Se encuentra en un momento crítico de su
carrera, y no vuelve a subir a los rings hasta noviembre, con ocasión de una
serie de veladas que el campeón de España de los pesos pesados, José Teixidó “Kamalof”,
organiza en el Teatro Bosque. La prensa menciona sus enfrentamientos contra
Cadieu (el 15 de noviembre) y Lack (el 6 de diciembre), así como la excelente
preparación de Salvany, pero por cosas de las crónicas no se llega a citar el
resultado de estos combates.
Sí sabemos el del que le enfrenta, el
viernes 26 de enero de 1923, contra el duro pegador José Masferrer, en la
velada que Juanito Elías organiza en el Iris Park. Es la tercera pelea de la
noche, pactada a 6 asaltos de 2 minutos, y supone la primera noticia sobre la
entrada de Salvany en la categoría de los pesos ligeros. Tras la campana
inicial, pronto demuestra Salvany su clara superioridad a base de continuos
ataques en los que, sin arriesgar, asaetea a su rival hasta llevarse la
decisión de los jueces por puntos.
No parece sin embargo que la victoria
anime a Salvany a prodigarse sobre los rings. No es hasta el jueves 24 de mayo
cuando vuelve ante el público, y tan solo con ocasión de una velada de combates
de entrenamiento que organiza el Barcelona Boxing Club en su sede. En esta
ocasión se enfrenta a Van Neck, del club Carpentier, en 4 asaltos de 2 minutos
sin que se emita veredicto de resultado.
De nuevo un largo periodo de
entrenamientos hasta el que el martes 11 de diciembre Jorge Salvany sube al
ring del teatro Cómico para enfrentarse a Sergio Anderson, un buen púgil
canadiense afincado en España, en el combate principal de la noche pactado a 6
asaltos de 3 minutos. Batallador, bien preparado, Salvany ofrece un excelente
espectáculo y vence por puntos a su rival.
Llegados ya a 1924, su primera aparición
en un cuadrilátero es el sábado 22 de marzo, en una exhibición que realiza ante
el campeón de España, Teodoro Murall, en una velada de aficionados que organiza
el Centro Autonomista Verdaguer en su sede de la calle Aragón. Unos días más
tarde, el 3 de abril, la misma entidad organiza otra velada en la que se
enfrenta al futuro campeón de España del peso ligero, Tomás Cola, en la pelea estelar
de la noche a 4 asaltos. El combate es “a la americana”, es decir, sin decisión
de los jueces y con victoria únicamente por abandono o ko, y como ninguna de
estas circunstancias llega a producirse, concluye con el veredicto de “sin
decisión”. Aún tenemos noticia de otra velada que se organiza en Sabadell el 5
de mayo, en la que se enfrenta a Salvany con Giménez, pero desconocemos si
llega a celebrarse y, en su caso, el resultado.
Casi un año más tarde, el martes 17 de
marzo de 1925, se celebran en el Iris Park varios combates premilinares dentro
del campeonato de Cataluña para aficionados. Entre las peleas profesionales que
completan la velada se incluye la de Salvany contra Carlos Flix, en la que éste
vence por puntos. No es una derrota de las que pesan: unos años más tarde Flix,
excelente púgil, se convertirá en campeón de España del peso gallo (título que
ostentará durante 5 años) y, poco después, en campeón de Europa de la
categoría.
El miércoles 25 de noviembre de 1925, en
la gran sala Olympia de Barcelona, se enfrenta al joven Valdero en el sexto
combate de la noche. La pelea comienza de forma entretenida, con un Salvany que
demuestra combatividad y saber hacer, pero la falta de entrenamiento pronto
pasa factura a ambos púgiles hasta que en el quinto asalto el árbitro, que era
el legendario Casanovas, decreta la derrota de Valdero por clara superioridad
de su rival.
Durante 1926 continúa con su tónica de
combates espaciados. El martes 8 de junio, en la inauguración de la temporada
de verano del Mundial Sport de Barcelona, se ve obligado a abandonar en el
tercer asalto de un combate pactado a ocho, ante Ángel Tejeiro, que debuta en
los pesos ligeros y poco después se convertirá en campeón de Cataluña de la categoría.
Ese mismo año, Salvany se enfrenta en
dos o tres ocasiones con Nadal en veladas se segundo orden que tienen lugar en
Igualada y Granollers; de ellas solo conocemos un resultado de victoria de
Salvany por descalificación de su rival en el segundo asalto a causa de un
golpe bajo.
Finalmente, hay que citar dos matinales
que tienen lugar en junio de 1926 en el parque de la Ciudadela con ocasión de
la I Feria del Automóvil Usado de Barcelona. En ambas ocasiones es opuesto a
Bru, miembro del equipo de boxeo en las olimpiadas de 1924, aunque se trata de
combates sin decisión en los que ambos púgiles ofrecen las mejores exhibiciones
de la jornada.
La práctica de espaciar notoriamente los
combates pronto se revelará como un error, pues cuando decida hacerse valer de
verdad sobre los rings, la crítica será unánime en los elogios a su dureza y
combatividad, y no faltarán los comentarios sobre lo que pudiera haber sido su
carrera de haber estado mejor encauzada. La primera demostración la realiza el
martes 15 de febrero de 1927, en una larga velada que se celebra en la Casa del
Pueblo. Ofrece una magnífica exhibición de fuerza y precisión ante Tormo,
compañero del BCC, a quien lleva al abandono en el segundo asalto.
El 10 de marzo, en el transcurso de una
velada a la americana que tiene lugar el Iris Park, obtiene una neta victoria
por puntos sobre José Masferrer. Es una pelea emocionante en la que ambos
boxeadores se golpean terriblemente el estómago en los infights, pero en la que
Salvany aprovecha las salidas para aplicar ambas manos al rostro de su rival.
El día 31 de ese mes, obtiene una nueva
victoria en el Iris Park, por puntos sobre Sabaté, duro boxeador que viene de
derribar al campeón de España. Sabaté se muestra más hábil en la distancia
mientras que Salvany se impone en el castigo al cuerpo, alcanzándose la campana
final con ligera diferencia de puntos.
El 24 de abril, vence claramente a los
puntos a Gómez, un duro golpeador, en combate a 4 asaltos a la americana
celebrado en el Mundial Sport. El día 22 del mes siguiente, en el mismo
escenario, fuerza al abandono en el segundo round a Stevenson tras mandarlo a
la lona en dos ocasiones. Los periodistas destacan el ascenso de Salvany y
reclaman que se le enfrente con primeras figuras para que pueda alcanzar los
primeros puestos de la categoría de los pesos ligeros, en la que sigue
militando.
Sin embargo, sus siguientes
enfrentamientos vuelven a frenar sus aspiraciones. El jueves 15 de septiembre, en
una sala Olympia repleta para ver el combate de Víctor Ferrand por el título
europeo de los pesos mosca, el joven Arpal, un valor en alza, lanza a la lona
en dos ocasiones a Salvany. Aunque éste se repone y llega incluso a poner en
riesgo a su rival, la victoria por puntos corresponde a Arpal. Muy similar
resulta el transcurso del combate que, el miércoles 5 de octubre, lo enfrenta
en el Nuevo Mundo con Torelló, en el combate estelar de la velada a 8 asaltos.
En el segundo round, es derribado de un fuerte crochet a la mandíbula; consigue
incorporarse y se recupera con valentía hasta la campana final, pero es
superado a los puntos.
Siete años de carrera pugilística, en la
época de que hablamos, es mucho tiempo para la mayoría de los boxeadores, y aunque
Salvany mantiene el pundonor y la profesionalidad hasta el final, no puede
evitar que, a medida que avanzan los asaltos de los combates siguientes, la
veteranía le pese en las piernas y en los guantes. El domingo 20 de mayo de
1928, en el Mundial Sport, comienza de forma fulgurante ante Oller, a quien
llega a derribar en dos ocasiones. Sin embargo, en la segunda mitad de la pelea
su rival comienza a hacerse con el dominio de la situación hasta casi igualar
la contienda, correspondiendo la victoria final a Salvany por escaso margen.
Otro tanto sucede el miércoles 13 de junio en el Nuevo Mundo, ante Juvé, un
buen peleador algo bajo de peso. Su apabullante dominio inicial va diluyéndose
con el transcurrir de los minutos hasta llegar con una ligera ventaja a la
campana que marca la conclusión del sexto y último asalto.
Tal vez estas apuradas victorias pesaron
en el ánimo del bravo Jorge Salvany, pero el caso es que desde esta última
velada no volvemos a tener noticias suyas como boxeador en activo. Varios años
más tarde, en octubre de 1935, volverá a cruzar las cuerdas del ring del Price
para enfrentarse con Casimiro Zaragoza, ex campeón de Cataluña. Claro que se
trata de una velada benéfica en la que participa un nutrido grupo de ex
boxeadores que llegaron a ser primeras figuras de este deporte o que gozaron,
en general, del aplauso y el respeto de los aficionados. La prensa no informa
del resultado de este último combate/exhibición, pero seguramente eso es lo de
menos.
El resumen de sus resultados (32
combates) queda pues de la siguiente manera:
15 victorias: 14 victorias por puntos
(Willy, Plasin, Fabregat en 2 ocasiones, Ibáñez, Martucci, Small, Masferrer en
2 ocasiones, Sergio Anderson, Sabaté, Gómez, Oller, Juvé) + 1 victoria por
descalificación (Nadal)
2 nulos (Luis Vallespín, Barnils)
7 derrotas: 3 derrotas por puntos
(Carlos Flix, Arpal, Torelló) + 3 derrota por abandono (Ángel Tejeiro, Chueca,
Charles Raymond) + 1 derrota por KO (Agustín Villar)
4 sin decisión (Van Neck, Tomás Cola,
Brú en 2 ocasiones)
4 desconocidas (Cadieu, Lack, Giménez,
Nadal)
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