¿POR QUÉ "AUDAZ Y TANGUISTA"?

"El gallego, audaz y tanguista, ha nacido cuatro siglos demasiado tarde.
Para él fueron aquellos tiempos de conquista de imperios,
cuando la audacia y el genio de los españoles trocaron en realidad algo
que parecía una quimera"

Así habla un viejo recorte de periódico de mi abuelo, Ángel Tejeiro Casteleiro, boxeador entre 1923 y 1933, campeón de Cataluña del peso ligero cuando aquello suponía el número dos o tres del escalafón nacional de la categoría. Yo no llegué a conocerle, y hoy la Federación Española de Boxeo dice que no sabe, no contesta, que los archivos se quemaron cuando la guerra y que oficialmente no queda constancia de él. Igual es que, para esta gente, tirar de hemeroteca no merece la pena. Supongo que, por el mismo motivo, tampoco saben nada de otros grandes nombres del pugilato español de principios del siglo XX. Hombres bravos con los que mi abuelo compartió una buena amistad -como Hilario Martínez, José de la Peña, Serafín Martínez Font, Ricardo Alís, Víctor Ferrand, Ignacio Ara- o con quienes tuvo la ventura de coincidir dentro y fuera de los rings, como Martín Oroz, Joaquín Valls, Luis Rayo, Tomás Cola, Tomás Thomas y tantos otros. Esta página va dedicada a todos ellos, a recuperar su memoria en unos tiempos en que cualquier payaso se las da de celebridad. Está en construcción, como veis: de momento he recogido datos de Ángel Tejeiro, Hilario Martínez, Martín Oroz, Díaz II, Ángel Artero, José Gironés, Jorge Salvany, Josep Ubach, Emilio Gil "Blind" y Rodri. También se muestra una lista de los campeones de España desde la fundación de la FEB hasta el comienzo de la guerra (que yo sepa, es la primera vez que se publica). Animo a quien quiera honrar a estos grandes boxeadores a que colabore con datos, preguntas, comentarios, fotografías o cualquier otro material. Va por ellos. Va por ti, iaio.

Campeones de España de boxeo (1921 - 1936)

En 1939 ardieron los archivos de la Federación Española de Boxeo, probablemente con el objetivo de borrar pruebas de lo sucedido desde que, al principio de la guerra civil, los púgiles se incautaron de la FEB para convertirla en un sindicato de la CNT. Por ese motivo (y por desidia de quienes deberían saber del tema), la FEB “no tiene constancia” de quiénes fueron los campeones de España de boxeo antes de 1939 (¡…!). Como nadie parece haberse preocupado por recuperar el nombre de estos extraordinarios deportistas, a continuación ofrezco una relación de los púgiles que se ganaron con los puños el primer puesto en el boxeo nacional desde la constitución de la Federación Española de Deportes de Defensa (el 14 de enero de 1921) hasta el comienzo de la guerra. Todas las fechas están contrastadas en las hemerotecas. Por lo que me consta, esta lista no ha sido publicada hasta ahora.

Peso mosca
Luis Vallespín (hasta 9 febrero 1923)
Víctor Ferrand (9 febrero 1923 - 21 mayo 1923)
Manuel González (21 mayo 1923 – 7 abril 1925)
Víctor Ferrand (7 abril 1925 – 2 septiembre 1931); Campeón de Europa (11 abril 1927 – 1? marzo 1928)
Mariano Arilla (2 septiembre 1931 – 3? abril 1932)
Vacante (3? abril 1932 – 22 junio 1932)
Fortunato Ortega (22 junio 1932 – 15 marzo 1933)
Vacante (15 marzo 1933 – 19 julio 1933)
Fortunato Ortega (desde 19 julio 1933)

Peso gallo
César Alaix (hasta 21 agosto 1923)
Luis Vallespín (21 agosto 1923 - ¿ septiembre 1924)
Vacante (¿ septiembre 1924 – ¿ julio 1925)
Teodoro Murall (¿ julio 1925 – 3 abril 1928)
Manuel González (3 abril 1928 – 19 diciembre 1928)
Carlos Flix (19 diciembre 1928 – 22 abril 1933); Campeón de Europa (26 septiembre 1929 – 28? febrero 1930) (4 junio 1930 - 19 septiembre 1931)
Baltasar Belenguer Hervas “Sangchili” (desde 22 abril 1933); Campeón del mundo (1 junio 1935 – 29 junio 1936)

Peso pluma
Ramón Miró (hasta 12 octubre 1923)
Alfonso Cañizares (12 octubre 1923 – 22 febrero 1924)
Antonio Ruiz (22 febrero 1924 – 10 septiembre 1925); Campeón de Europa (30 octubre 1925 – 7 enero 1928)
Young Ciclone (10 septiembre 1925 – 25 diciembre 1925)
Antonio Ruiz (25 diciembre 1925 – 27 septiembre 1928)
José Juan Gironés (desde 27 septiembre 1928); Campeón de Europa (1 diciembre 1929 – 30 noviembre 1930) (10 junio 1931 – 19 agosto 1932) (23 noviembre 1932 – 4 julio 1934)

Peso ligero
Federico Zaldívar (10 marzo 1921 – 31 julio 1921)
Emilio Gil “Blind” (31 julio 1921 – 8 diciembre 1923)
Hilario Martínez (8 diciembre 1923 – 9 abril 1927)
Tomás Cola (9 abril 1927 – 19 octubre 1927)
Luis Rayo (19 octubre 1927 – 9 octubre 1930); Campeón de Europa (3 agosto 1927 – 30 noviembre 1928)
Vacante (9 octubre 1930 – 9 febrero 1931)
Roberto Sanz (9 febrero 1931 – 15? diciembre 1932)
Vacante (15? diciembre 1932 – 17 enero 1933)
Vicente Riambau (17 enero 1933 – 9 mayo 1933)
Segundo Bartos (9 mayo 1933 – 26 septiembre 1933)
Vacante (26 septiembre 1933 – 21 febrero 1934)
José Micó (21 febrero 1934 – 11 diciembre 1934)
Segundo Bartos (11 diciembre 1934 – 20 marzo? 1936)
Vacante (20 marzo? 1936 - – 27 mayo 1936)
José Micó (27 mayo 1936 – 20 junio 1936)
Valentín Miró (desde 20 junio 1936)

Peso mediano ligero (welter)
Joaquín Valls (hasta 31 marzo 1921)
Pedro Sáez (31 marzo 1921 – 1 diciembre 1922)
Joaquín Valls (1 diciembre 1922 – 17 abril 1923)
Ricardo Alís (17 abril 1923 – 6 septiembre 1924)
Jim Moran (6 septiembre 1924 – 6 noviembre 1927)
Francisco Ros (6 noviembre 1927 – 2 agosto 1928)
Santiago Alós (2 agosto 1928 – 13 octubre 1928)
Francisco Ros (13 octubre 1928 – 7 octubre 1931)
Vacante (7 octubre 1931 – 16 noviembre 1931)
Jesús Arranz (16 noviembre 1931 – 8 febrero 1932)
Vacante (8 febrero 1932 - 22 mayo 1932)
José de la Peña (22 mayo 1932 – 11 noviembre 1932)
Martín Oroz (11 noviembre 1932 – 5 diciembre 1934)
Hilario Martínez (5 diciembre 1934 – 11 marzo 1936)
Miguel Tarré (desde 11 marzo 1936)

Peso medio
Carlos Climent (desde ¿ 1922)
Vacante (1922 – 20 febrero 1925)
Tomás Thomas (20 febrero 1925 – 1 octubre 1925)
Ricardo Alís (1 octubre 1925 – 11 octubre 1929)
Vacante (11 octubre 1929 – 31 mayo 1930)
Vicente Lorenzo (31 mayo 1930 – 17 octubre 1931)
Ángel García Sobral (17 octubre 1931 – 4 marzo 1932)
Francisco Ros (4 marzo 1932 – 18 marzo 1933)
Félix Gómez (18 marzo 1933 – 16 septiembre 1933)
Ángel García Sobral (16 septiembre 1933 – 30 noviembre 1935)
Vacante (desde 30 noviembre 1935)
Además, Ignacio Ara es Campeón de Europa (9 mayo 1932 – 2 enero 1933)

Peso pesado ligero (semipesado)
Juan Molero (hasta ¿ septiembre 1925)
Vacante (¿ septiembre 1925 – 6 noviembre 1927)
Antón Gabiola (6 noviembre 1927 – 10 noviembre 1928)
Mateo de la Osa (10 noviembre 1928 – 17 octubre 1929)
Vacante (17 octubre 1929 – 29 marzo 1930)
José Martínez Valero “Martínez de Alfara” (29 marzo 1930 – 1? mayo 1935); Campeón de Europa (7 febrero 1934 –26 marzo 1934)
Vacante (1? mayo 1935 – 3 diciembre 1935)
José Martínez Valero “Martínez de Alfara” (desde 3 diciembre 1935)

Peso fuerte (pesado)
José Teixidor “Kamalof” (hasta 6 febrero 1925)
Paulino Uzcudun (6 febrero 1925 – 24 noviembre 1934); Campeón de Europa (18 mayo 1926 – 8 diciembre 1928?) (13 mayo 1933 – 22 octubre 1933)
Vacante (desde 24 noviembre 1934)

José Arrufat "Rodri" (n.1913)


Un mensaje de Ramón Martí, sobrino-nieto de José Arrufat Vallverdú "Rodri", que deseaba información sobre el historial de su familiar, me ha dado la oportunidad de conocer a este magnífico boxeador del que, lo confieso, no había oído hablar. He tirado de hemeroteca y aquí lo dejo, para que todos los que quieran saber de los grandes boxeadores de hace décadas puedan también conocerlo.

José Arrufat Vallverdú, boxeador entre 1935 y 1948, fue uno de esos púgiles que, sin llegar a primera figura, cuentan con el agradecimiento y el cariño de los aficionados por su entrega y pundonor, por no dar nunca por perdido un combate, por suplir las limitaciones técnicas con una espartana disciplina física. Fue campeón aficionado de Cataluña desde 1935 hasta el estallido de la guerra civil, y posteriormente campeón profesional durante casi cuatro años. Los números de su carrera profesional son sin embargo engañosos: de los 45 combates que disputó entre 1940 y 1948, 24 se saldaron con victorias, ascendiendo a 18 las derrotas y a 3 los combates nulos. Y son engañosos porque Rodri –como se haría llamar entre las sogas del ring– fue siempre la “piedra de toque” contra la que se medían quienes querían ser algo en los pesos medios, y nada menos que diez de sus oponentes fueron en uno u otro momento campeones de España. Sobrio, de mirada fosca y gesto poco expresivo, Rodri alternó siempre sus combates, bastante espaciados en el tiempo, con su trabajo como panadero en una tahona de su propiedad, lo que lo convierte en una rara avis entre quienes viven del pugilato. “Es un campeón de la vergüenza profesional y de la honradez deportiva”, llegó a afirmar el cronista de Mundo Deportivo.

Nacido el 12 de enero de 1913, las primeras noticias de Rodri como boxeador comienzan a aparecer en marzo de 1935, cuando con motivo de la tournée por tierras francesas de un equipo de aficionados catalanes se informa de que, en lo que a él respecta, se ha saldado con un resultado nulo ante su rival. Pelea por entonces bajo el nombre de Vallvé –diminutivo de su segundo apellido– y milita en el Sporting Boxing Club, uno de los principales clubes de boxeo de Barcelona.

Entre abril y junio de ese mismo año, Vallvé participa como peso medio (66,678 a 72,574 kg) en los campeonatos de Cataluña de boxeo para aficionados que se celebran en el Iris Park, sala situada en la calle Valencia de Barcelona y con larguísima tradición pugilística. El 20 de abril vence por puntos a Emeterio (del Punching), el 26 de mayo bate por el mismo resultado a Costa (del Firpo), y el 8 de junio supera en puntuación a Tarin (del Box). La final, concertada para el 15 de junio, registra un lleno espectacular en el Iris. Su rival es Augé, un boxeador de Reus con quien disputa un combate reñidísimo tras el cual se le adjudica la victoria a los puntos –no sin que parte del público proteste el resultado–. Vallvé se ha convertido así en campeón de Cataluña aficionado del peso medio.

Hasta la siguiente edición de los campeonatos, su actividad en cuanto a combates es mínima. El 12 de julio sufre su primera derrota –por puntos–. Es en el Nuevo Mundo, a manos del francés Despeaux, y aunque no hay dudas sobre la superioridad de su rival, Vallvé se muestra en todo momento valiente y merece el aplauso de los aficionados. Aunque se anuncia su concurrencia, no llega a representar al Sporting BC en la “Copa Barcelona”, que se celebra en diciembre, y su nueva aparición tiene lugar el 15 de febrero de 1936 en el Iris Park. Se trata de una velada mixta en la que Vallvé, algo falto de entrenamiento, consigue vencer por puntos al profesional Porat.

A finales de primavera del 36 comienza la siguiente edición de los campeonatos regionales amateurs; de ellos, tenemos constancia de la victoria de Vallvé (con 72,100 kg) en la semifinal frente al leridano Labella. En la final –celebrada el 20 de junio– revalida el título de Cataluña aficionado frente a su viejo conocido Costa (del Firpo).

Esta vez parece que Vallvé no se hará esperar tanto para complacer a los aficionados. El 11 de julio participa en la semifinal de la velada amateur del Frontón Amalia, donde se le otorga combate nulo con Robles a pesar de contar con una ligera ventaja de puntos. La siguiente cita se programa para una semana más tarde, en el Casino Republicano de la Barceloneta, en una velada amateur en la que habrá de enfrentarse con Pérez. La fecha, sin embargo, está gafada: es el 18 de julio y todas las veladas han de ser suspendidas por la incomparecencia de muchos boxeadores.

Y la guerra. De estos tres penosos años sólo tenemos noticia de que Vallvé es incluido en el programa del Price del 31 de marzo de 1937, aunque finalmente no llega a participar.

El 7 de agosto de 1940 José reaparece sobre un cuadrilátero, aunque con dos cambios importantes. El primero es que en este combate, que se celebra en la espaciosa sala Olimpia de Barcelona, hace su debut como boxeador profesional. El segundo es que ha cambiado su nombre “de guerra” por el de Rodri. Tal vez por entonces, quizá un poco más tarde, está a las órdenes de otro Rodríguez, su mentor y gran amigo por muchos años, manager del Club Valor, gimnasio en el que entrena a diario con todo rigor. Continúa militando en los pesos medios –en los que combatirá durante toda su vida–, y este debut profesional, a 8 asaltos, se salda con una brillante victoria ante Valero tras una batalla encarnizada y reñida.

Aún en el Olimpia, el 28 de agosto vence con ciertos apuros a Matías, y el 16 de octubre fuerza al abandono, en el octavo y último asalto, al vasco Gabriel Quincoces, que combate como Arenas Petit. Los aficionados y la prensa comienzan a fijarse en este bravo luchador de potente derecha, al estilo clásico, y guardia cerrada. “Rodri es un muchacho con un porvenir risueño en el boxeo, tanto por su bella estampa como por su valentía y su pegada”, afirma un periodista.

Estas actuaciones le valen además a Rodri el nombramiento federativo para disputar el campeonato de Cataluña profesional de los pesos medios, que se encuentra vacante. Su rival volverá a ser Valero –estrella de la categoría antes de la guerra–, y será la primera vez que Rodri pelee a 12 asaltos. El combate tiene lugar en el Olimpia el 6 de noviembre de 1940, y Rodri consigue una victoria ajustada a los puntos, convirtiéndose en campeón de Cataluña. Este título supone el primer paso para el título de España –que por entonces detenta José Luis Pinedo–, y Rodri no duda en afirmar que esa es una de sus dos grandes metas como púgil. La otra es enfrentarse con Ignacio Ara, legendario boxeador maño que casi una década atrás alcanzó el título europeo y llegó a disputar, en dos ocasiones, el cetro mundial de la categoría.

Al título nacional no llegará a hacerse acreedor hasta mucho más tarde. Sus peleas, valientes y duras, suelen ser calificadas como “el mejor combate de la noche”, y la prensa alaba su extraordinaria preparación, que le hace crecerse a medida que pasan los rounds mientras ve como sus rivales se desfondan. Sin embargo, a Rodri le falta la movilidad sobre el ring que caracteriza a los boxeadores “científicos” (“se mueve como un peso pesado”, afirma un periodista). Además, todos los comingmen de la categoría –las promesas– saben que tienen que batirle si quieren hacerse un nombre, y algunos de estos rivales son boxeadores de gran talla, verdaderas estrellas.

En los dos años que siguen a la consecución del título regional, Rodri disputa 14 combates, que arrojan 8 victorias y 6 derrotas:
  • 3 victorias por puntos (Menéndez, Valero, Félix Guillén)
  • 3 victorias por abandono (Labella, Ull, Hilario Mariñas)
  • 2 victorias por knock out (Valeriano Iglesias, Genovés)
  • 3 derrotas por puntos (Llorente, Benjamín Rodríguez, José Ferrer)
  • 2 derrotas por k.o. (Genovés, José Ferrer)
  • 1 derrota por abandono (Ángel Felipe)
Estas peleas tienen lugar en el Price de Barcelona (excepto una en Lérida y otra en Alicante), y aunque comienzan siendo semifinales, desde febrero de 1942 pasa a la cabecera de cartel. No faltan en ellas las habituales incidencias: el combate con Labella (en el que defiende su título) está a punto de no comenzar porque antes de la pelea desaparece la caja con los guantes, y la derrota por ko ante Genovés se debe en realidad a un abandono al haberse fracturado Rodri la nariz cuando el combate estaba igualado.

Para el 21 de octubre de 1942 se anuncia, por fin, que Rodri tendrá a su alcance el primero de sus sueños: combatir por el título con el campeón de España de los medios, Eloy Lafuente. La velada tendrá lugar en el Price, organizada por el Frente del Trabajo de Barcelona, y aunque la pelea por el campeonato finalmente se cae del cartel, Rodri tendrá la oportunidad de disfrutar de su segunda meta: combatir con Ignacio Ara. Éste regresa de Sudamérica –donde ha permanecido durante toda la guerra–, y la expectación es tan grande que la sala registra un lleno espectacular. El mítico púgil maño exhibe ante Rodri toda una lección de esgrima apoyada en una izquierda portentosa, y aunque el catalán planta cara con valentía –reconocida por el público con grandes aplausos–, no puede evitar verse derrotado a los puntos. Un mes más tarde, el 25 de noviembre, Ara vencerá a Lafuente y recuperará, a sus 33 años, el título nacional; en el semifondo de esa misma velada, Rodri se ve obligado a abandonar en el primer asalto ante el vasco Polo, al sufrir una herida en la ceja izquierda.

Durante 1943 y 1944 Rodri continúa detentando el título catalán de los medios y haciéndose acreedor al nacional. La discutida derrota a los puntos en la revancha ante Polo (el 13 de enero) es seguida de un nulo ante el ex campeón Eloy Lafuente (el 12 de mayo). Luego encadena media docena de victorias por puntos en el Price que hacen crecer su confianza: Justo Gascón, Labella por tres veces, Polo y, en febrero de 1944, José Ferrer. Ágil, seguro, oportuno en los golpes cortos, Rodri se muestra como un magnífico púgil y se hace acreedor a cálidas ovaciones de los aficionados.

El 44 no es sin embargo un buen año para él. Entre abril y mayo es derrotado a los puntos por dos grandes púgiles, Justo Gascón y Francisco Peiró, anterior y actual campeones de España welter. En julio hace nulo con el francés Henri Gaillard –que le aventaja en peso y envergadura–, y el 11 de octubre ve cómo José Ferrer consigue arrebatarle el título regional en un combate que se celebra en la plaza de toros de Las Arenas. Ferrer (campeón de España welter en ese momento) se muestra superior en una pelea dura y violenta, pero muchos sostienen que el resultado –victoria por puntos del aspirante– debería haber sido fallado nulo.
A comienzos de 1945 la Federación Española de Boxeo publica la clasificación de los púgiles: en los medios consta un campeón (Ignacio Ara) y 7 primeras series (Rodri, Pedro Asensio, Justo Gascón, Félix Guillén, Eloy Lafuente, Pedro Llorente y Pedro Ros).
Mientras espera a revancha ante Ferrer (que no llegará a producirse), Rodri consigue un triunfo claro a los puntos ante Santandreu, el 31 de enero en el Olimpia, y un mes más tarde bate al campeón levantino Pedro Ros en una dura batalla a 8 asaltos. El 23 de mayo, en Las Arenas, el vasco Fidel Arciniega (que dos meses más tarde se convertirá en campeón de España semipesado) cae a los puntos ante Rodri en una pelea brillante y disputada.

Su manager, Rodríguez, ve llegado el momento de lanzar el reto al campeón nacional, Ignacio Ara, y aunque el enfrentamiento se va posponiendo y cambiando de escenario, finalmente tendrá lugar en Madrid el 10 de julio de 1945. Rodri podrá cumplir sus dos sueños al mismo tiempo. Pero la superioridad de Ara es tal que la gran valentía y el pundonor mostrados por el catalán (que tiene una ceja abierta desde el primer asalto y la otra desde el segundo) no evitan una clara derrota por puntos, siendo ambos despedidos con grandes aplausos. De vuelta a Barcelona, el Club Vigor organiza una velada amateur en su honor en la pista Granvía, durante la cual Rodri ofrece una exhibición con Santandreu y recibe, de sus compañeros de club, la medalla al mérito deportivo.

La derrota ante Ara marca el comienzo de la última etapa de la carrera profesional de Rodri, que con sus necesidades económicas cubiertas por la panadería, continúa dedicándose al boxeo más por afición que por dinero, aunque ello no significa en modo alguno que descuide su preparación, sino todo lo contrario.

Así, durante el resto de 1945 vence por puntos al portugués Figueiredo en Las Arenas y hace nulo con el valenciano Folgado en el Price, en un combate duro, emocionante y a gran tren. En abril de 1946 se ve superado por el veterano cubano Kid Tunero en la rentrée de éste en Barcelona, y en julio de ese año no consigue recuperar el título catalán de los medios al ser derrotado en Las Arenas por Pericás. En el último combate de 1946, el 3 de diciembre, vence por puntos a Guillén en el Iris, mostrándose en una forma magnífica.

Durante 1947 apenas disputa dos peleas: el 11 de marzo vence por puntos al madrileño Asensio en una velada Castilla-Cataluña que se celebra en el Iris, y el 1 de octubre es vencido por Antonio Soldevila en una igualada pelea que tiene lugar en el Price (unos meses más tarde Soldevila se convertirá en sucesor de Ara en el título nacional de los medios).

También son dos los combates que disputa en 1948, y también es Soldevila quien le bate en el segundo. Así, el 29 de mayo es derrotado por el italiano Milandri –challenger al título de ese país– en una velada popular que se celebra en Las Arenas, y el 22 de agosto es vencido por el ya campeón de España en la Fiesta Mayor de Igualada. Combativo, duro, Rodri se ve superado a los puntos pero es despedido, como siempre, con una gran ovación del público.

Esta parece ser la última aparición sobre los rings de José Arrufat Vallverdú “Rodri”, uno de los más bravos boxeadores que pisaron los rings de Barcelona hace ya siete décadas. Un gran profesional, serio y pundonoroso, a quien el cariño de los aficionados hizo más justicia que el mero balance de victorias y derrotas. Como resumió el cronista de Mundo Deportivo, “Rodri nunca defrauda”.

José Gironés (1904-1982)

La mejor fuente sobre José Gironés es el libro de Juli Lorente titulado “Josep Gironès. El Crack de Gràcia. Ídol pugilístic del segle XX” (2002). Está en catalán, tiene la confusa prolijidad de los legos en esto de la escritura, contiene algunos pequeños errores de fechas o salas, y omite algún que otro combate... pero tiene el inmenso valor de haber sido escrito por alguien que fue boxeador, árbitro y amigo de algunos de los propios protagonistas, y sobre todo el de haber roto la primera lanza en defensa del que, probablemente, fue el mejor boxeador que ha dado nuestro país. Este resumen de su vida pugilística se basa en buena medida en ese libro, aunque también en las hemerotecas. Aprovecho para agradecer a D. José Vicente Gavin que tuviera a bien regalarme un ejemplar del libro del Sr. Lorente en el transcurso de la visita que realicé a la sede de la Agrupación de ex Pugilistas, en el mítico número 25 de la calle Xuclá de Barcelona, en octubre de 2010.


José Juan Gironés (Juan era su primer apellido, aunque nunca lo utilizó en lo deportivo), nació en el barcelonés barrio de Gracia el 29 de agosto de 1904 y murió en el exilio, en México, el 8 de febrero de 1982. “El crack de Gracia”, el “canari”, fue uno de los boxeadores más completos, de más éxito y con mayor cariño del público que ha dado España en toda su historia pugilística. Las cifras, que suelen ser frías, resultan en su caso reveladoras: de los 107 combates que disputó entre 1922 y 1935, nada menos que 97 se saldaron con victorias (59 de ellas antes del límite). Hizo solo dos nulos: ante el campeón del mundo Alf Brown y ante el francés Pierre Denain (a quien batió con posterioridad en dos ocasiones). Y solo seis hombres consiguieron vencerle, aunque cuatro de ellos cayeron ante sus puños en la revancha. Tras pasar fugazmente por los pesos mosca y gallo, dentro de los plumas alcanzó el título de campeón de Cataluña entre 1924 y 1927; en 1928 obtuvo el título de campeón de España, y en 1929 el de campeón de Europa, conservando ambos en el momento de su retirada, en enero de 1935.

PRIMEROS AÑOS (1922-1923)

José Gironés comenzó a practicar deporte a mediados de 1921 de la mano de Ángel Artero, ex boxeador que había de convertirse en el alma mater del Punching-Ball Club de Gracia y uno de los más importantes managers y preparadores. En una fecha indeterminada, entre finales de 1921 e inicios de 1922, Gironés debutó directamente como boxeador profesional, venciendo a Moreno en el parque de la Ciudadela. Militaba por entonces en los pesos mosca o mínimos, pero el concienzudo preparamiento a que se sometió, en lo físico y en lo técnico, pronto desarrollaría su cuerpo hasta hacerle pasar, en apenas unos meses, primero al peso gallo y luego a los pluma, categoría en la que se asentó definitivamente a finales de 1923 –y que tomamos como inicio de una segunda época.

En este periodo, Gironés combate en reuniones de segundo orden, al principio en la Ciudadela y el Iris Park, luego en salas un poco mayores como el Frontón Condal, incluso con alguna escapada, hacia el final, a Madrid y Tarragona. Sus rivales, de muy bajo nivel al principio, pronto comienzan a incluir a nombres bien conocidos en el ambiente pugilístico barcelonés, como Fernando Urtasum, Jacinto Fabregat, Vicente Martucci o Luis Vallespín. Y su historial resulta sencillamente impresionante: los 14 combates que libra en estos casi dos años se saldan con otras tantas victorias, 8 de ellas (57%) antes del límite. De forma resumida, estas son las cuentas:
  • 6 victorias por k.o.: Alex Renaud, Luis Ripoll, Brown, Ramón García, Luis Vallespín, Blasco.
  • 6 victorias por puntos: Moreno, Mauricio, Emilio Herrero, Harrys, Martucci, Fabregat.
  • 2 victorias por abandono: Urtasum, White.


CONSOLIDACIÓN (1923-1925)

El enfrentamiento con el francés Paul Gay, fortísimo encajador y golpeador formidable, abre en diciembre de 1923 lo que podríamos considerar un periodo de afianzamiento, durante el cual Gironés comienza a pelear con boxeadores extranjeros –y algunos españoles– de primer nivel. Comienza a ser cabeza de cartel o semifinalista de lujo, aunque a diferencia de otros púgiles, continúa centrando su actividad en Barcelona, lo que de hecho será una constante durante toda su carrera. La subida de escalón también se traduce, con todo, en algunos tropiezos, que en cualquier caso siguen siendo mínimos en comparación con la trayectoria general.

El resumen de sus resultados en este periodo arroja 9 victorias, 3 derrotas y un nulo:

  • 6 victorias por k.o.: Lucien Armanet, Julien Couleaud, Fontanelles, LeRoy, Artine, Robert Dastillon
  • 2 victorias por puntos: Paul Gay, Blasco
  • 1 victoria por k.o. técnico: Noel Bosch
  • 1 nulo: Pierre Denain
  • 2 derrotas por puntos: Paul Gay, Luis Vallespín
  • 1 derrota por descalificación (golpe bajo): Young Blaise
En este periodo también se va consolidando un estilo que hace las delicias de los aficionados, muchos de los cuales le llaman ya “el rey del k.o.” Fiel a la escuela que impone Artero en el club de Gracia, Gironés prepara sus combates a conciencia y despliega en ellos todas las herramientas que permite este deporte hasta batir a sus rivales en todos los campos. Valgan como ejemplo dos descripciones que hacen de él otros tantos cronistas de la época:

A Gironés le comparamos al general, que más por su táctica que por sus fuerzas sabe batir rotundamente al enemigo gracias a una sabia preparación del frente contrario, con descargas de fusilería por todos los lados, y cuando menos se espera, descarga con oportunidad su artillería, que diezma las filas del enemigo” [El Mundo Deportivo, 7 de enero de 1924 p4]

De estilo sobrio y eficaz. Inteligente y batallador, le cuesta gran trabajo ponerse en acción, pero sabe hacer tal uso de sus medios físicos, que en los últimos momentos de sus matchs únicamente un hombre de clase puede resistir la fuerza de su ataque metódico, en el cual los golpes adquieren una precisión admirable, distribuyéndose metódica e inexorablemente por todas partes hasta determinar la completa anulación del adversario” [La Jornada Deportiva, 10 de noviembre de 1924 p5]



CAMPEÓN DE CATALUÑA (1925-1928)

A mediados de mayo de 1925, la Federación Catalana de Boxeo acuerda nombrar por aclamación campeones de Cataluña de boxeo profesional a José Mompó (mosca), José Gironés (pluma), Casimiro Zaragoza (ligero), Pedro Sáez (welter) y Ricardo Alís (medio).
Gironés pronto deberá demostrar entre las cuerdas que el nombramiento por la federación no es un simple regalo. El 20 de agosto, realiza la primera defensa del título en el Mundial Sport frente a Luis Vallespín. En el segundo asalto, durante un cuerpo a cuerpo en el que Gironés se emplea en un buen ataque al estómago y los flancos de su rival, éste cae al suelo alegando un golpe bajo. Tras el preceptivo reconocimiento médico se determinó que Vallespín había fingido, por lo que Gironés fue proclamado campeón en medio de una ovación del público.

El “crack de Gracia” realizó otras dos defensas hasta finales de 1927, en las que batió por puntos a Alfonso Cañizares –el 24 de septiembre del 25, en el Olímpia– y a Young Ciclone –el 8 de julio del año siguiente en Las Arenas. Además, continuó su ya larga serie de victorias ante púgiles de prestigio, cayendo únicamente ante el formidable vallecano Antonio Ruiz. De hecho, Gironés y los dos últimos púgiles mencionados, Young Ciclone y Antonio Ruiz, protagonizan durante esta temporada una de las rivalidades más emocionantes que ha dado nuestro boxeo, ya que en los tres convergen las aspiraciones a otros tantos títulos: el regional catalán, el nacional, y el europeo. En septiembre de 1925, Ciclone arrebata a Ruiz el título nacional de los pluma, solo para ver cómo éste se hace con el campeonato europeo un mes más tarde; en diciembre del mismo año, Antonio Ruiz unifica ambos títulos al batir rotundamente a Ciclone. Durante todo este periodo, los tres púgiles desarrollan carreras paralelas. Si Antonio Ruiz venció la temporada anterior a Leo Giunchi y a You You, Gironés se apresura a concertar combates con ellos… y a batirlos. Si Gironés obtiene una victoria sobre Lecadre en abril, Young Ciclone y Antonio Ruiz hacen lo propio en agosto. Si Ruiz vence al oranés Asencio en noviembre, Gironés lo bate en diciembre y Young Ciclone en marzo.

El enfrentamiento entre Gironés y Ciclone tiene sin embargo una consecuencia negativa, ya que el primero sufre una seria lesión en las costillas que lo mantiene alejado de los rings durante unos meses. Por ese motivo, o por desacuerdos en torno a las bolsas –no queda claro–, Gironés no acuerda la defensa de su título regional ante el challenger Pedro Puig, que es proclamado nuevo campeón de Cataluña por la Federación el 7 de enero de 1927.
Esto no supone ningún cambio real en la trayectoria del “canari”, ya que aunque no llega a convencer ante el buen púgil italiano Luigi Quadrini –con una victoria por descalificación y una derrota por puntos, ambas en el Circo Price de Madrid, los demás combates de los meses siguientes continúan siendo frente a rivales de primer orden y saldándose con victorias.

De esta manera, en los cuatro años largos que transcurren desde su obtención del título de Cataluña hasta septiembre de 1928, los resultados siguen siendo espectaculares:

  • 13 victorias por puntos: Pierre Denain, Cañizares, Leo Giunchi, Antoine Asencio, Vincent Cerdan, Henri Hebrans, Gaston Lecadre, Marcel Devevey, Young Ciclone, Pierre Pothier, Felipe Trillo, Robert Tassin, Dominique Di Zea
  • 6 victorias por abandono: Urbain Laporte, Hubert Gilles, Pierre Calloir, Maurice Holtzer, Paul Gay, Henri Soya
  • 3 victorias por k.o.: You You, Young Marcel, Pierre Denain
  • 2 victorias por descalificación: Luis Vallespín, Quadrini
  • 1 victoria por k.o. técnico: Segundo Bartos
  • 2 derrotas por puntos: Antonio Ruiz, Quadrini


CAMPEÓN DE ESPAÑA… (1928-1929)

A mediados de 1928, el vallecano Antonio Ruiz anuncia que no puede defender el título nacional al no ser capaz de hacer el peso. En consecuencia, la Federación Española de Boxeo acuerda, el 27 de septiembre de ese año, reconocer los evidentes méritos de José Gironés nombrándole nuevo campeón de España del peso pluma. Al igual que había sucedido con el título regional, el “crack de Gracia” deberá refrendar pronto el nombramiento: en esta ocasión lo hace el 16 de enero de 1929 en el Olímpia frente a Segundo Bartos, a quien vence por clara superioridad en el noveno asalto. Desde ese momento, su superioridad en la categoría será tan aplastante que hasta su retirada, casi siete años más tarde, ni siquiera tendrá que defender el título de forma oficial.

Continuando con su apabullante serie de victorias sobre rivales de buen nombre, Gironés se centra de hecho en hacerse acreedor a la challenge al título europeo que ostenta el danés Knud Larsen. La International Boxing Union aceptará su reto en octubre de 1929, y el combate tendrá lugar el 1 de diciembre en un Estadio de Montjuic que alberga a más de 40.000 espectadores. Esa noche, Gironés vence por puntos a Larsen después de quince asaltos de combate disputadísimo y se convierte por méritos en el nuevo campeón de Europa del peso pluma.

Parando para hacer suma y sigue, encontramos que los resultados entre el momento de su proclamación como campeón de España y su conquista del título continental son los siguientes:

  • 7 victorias por puntos: Jean Joup (2 veces), Edouard Mascart, Johnny Vestri, Nicolás Bensa (2 veces), Knud Larsen
  • 2 victorias por k.o.: Robert Sirvain, Raymond Desnoulet
  • 1 victoria por abandono: Quadrini
  • 1 victoria por k.o. técnico: Bartos
  • 1 derrota por descalificación: Robert Sirvain


… Y CAMPEÓN DE EUROPA (1929-1935)

Al igual que con el título nacional, José Gironés retendrá el de Europa hasta el final de su carrera pugilística, aunque a diferencia de aquel, deberá defenderlo hasta en siete ocasiones. En la primera de ellas, el 7 de mayo de 1930, en Las Arenas, fuerza al abandono en el noveno asalto al campeón de Bélgica, Julien Verbist. El 10 de junio de 1931 –año en el que Gironés apenas disputa tres combates– vence por ko técnico en el décimo al italiano Vittorio Tamagnini, también en Las Arenas, y el 30 de agosto vence por abandono en el octavo round al francés Guy Bonaugure, en Montecarlo. Este será, además, el segundo y último combate que el “canari” libra fuera de España, habiendo sido el primero en abril de ese mismo año, cuando venció en la sala Ring de París a Henri Soya. La cuarta defensa del título la realiza en la sala Olímpia el 27 de enero de 1932, batiendo por ko técnico al campeón alemán Paul Noack.

A principios de septiembre de ese año, un accidente mientras nadaba en la playa le produce una lesión en la rodilla derecha, que le impide hacer frente a la próxima defensa frente al campeón de Italia, Otello Abbrucciati. En consecuencia, en agosto la IBU le retira el título continental y se plantea la celebración de una competición abierta. Por fortuna, Gironés se recupera totalmente y vuelve a los rings a principios de octubre, por lo que la IBU decide, finalmente, que el título de Europa quede vacante a la espera del enfrentamiento entre Gironés y Abbrucciati, que se disputará el 23 de noviembre en el Nuevo Mundo. A pesar de que el italiano, que alcanzó su título nacional un año antes al batir al veterano Quadrini, combina la experiencia con la juventud –24 años frente a los 28 de Gironés–, el “canari” efectúa un gran combate que le vale la victoria por ko técnico en el duodécimo asalto.

Mientras los rivales de antaño van desapareciendo del panorama pugilístico –Antonio Ruiz, Cañizares, Ciclone, Urtasum, Vallespín, Bartos…–, José Gironés continúa demostrando su imbatibilidad como número uno de Europa: el 7 de junio de 1933 bate por puntos al campeón francés, Georges LePerson, en Las Arenas, y en noviembre de ese año noquea en el séptimo asalto al rumano Lucien Popescu en el Olímpia. En 1934, los posibles challengers ni siquiera lo intentan.

Entre defensa y defensa, el “crack de Gracia” ha continuado con su carrera imparable, demostrando que los años no solo no le hacen mella sino que, incluso, parecen endurecer su punch. Así, desde diciembre de 1929 hasta noviembre de 1934 –cinco largos años– su historial continúa siendo, sencillamente, impresionante:

  • 14 victorias por abandono: Jean Joup, Roger Simande, Frantz Dübbers, Julien Verbist, Robert Daix, Guy Bonaugure, Haik Sandjack, Raul Hugues, Louis Sion, Charly Sauvage, Dominique Di Zea, Achille de Negri, Leo Hermal, Pancho Martínez
  • 10 victorias por puntos: Wilbur Cohen, Henri Poutrain, Jim el Zaird, Henri Soya, Paul Looten, François Machtens (2 veces), Bensa, Georges LePerson, Xavier Torres
  • 9 victorias por ko: Paul Gay, Jack Kirby, Douglas Parker, Parisio Parysis, Jos Bodson, Billy Reynolds, Lucien Popescu, Roger Simende, Xavier Torres
  • 4 victorias por ko técnico: Vittorio Tamagnini, Paul Noack, François Augier, Otello Abbrucciati
  • 1 victoria por descalificación: Willy Broocks
  • 1 nulo: Alf Brown (campeón del mundo del peso gallo)
Hay pocos boxeadores que consigan pasar la frontera de los 30 años en buenas condiciones –al menos en los pesos livianos–, y Gironés comienza a plantearse la retirada por la puerta grande, en el mejor momento de su carrera. Sin embargo, empujado por su entorno, se deja convencer para intentar el último paso y acepta el asalto al trono mundial, detentado desde enero de 1933 por el estadounidense Freddie Miller, de tan solo 23 años de edad.

A modo de tanteo se plantea un primer combate, sin títulos en juego, que tiene lugar el 1 de diciembre de 1934 en el Olímpia. Gironés hace un buen papel pero un golpe bajo involuntario le lleva a la descalificación en el quinto asalto. La presión para la revancha es enorme, y esta queda fijada para el 12 de febrero de 1935, en la plaza de toros Monumental de Barcelona. Esta vez el campeón del mundo se juega el título, y la plaza registra un lleno hasta la bandera. Gironés sube al ring –al aire libre– y se ve obligado a esperar varios minutos hasta que Miller, que ha estado calentando en los vestuarios, se digna a aparecer. Quizá Gironés y Artero piensan que su habitual táctica de calentar durante los primeros asaltos será suficiente, o tal vez se dejan llevar por el empuje de los fanáticos, el caso es que Gironés sale a combatir en frío. Igual es tan solo una excusa, tal vez el americano es superior, sin más, pero el caso es que el campeón se muestra muy por encima del garciense, al que asesta una infinidad de golpes variados, sueltos, ágiles y precisos hasta que, a los dos minutos y diecisiete segundos de comenzado el combate, un crochet-uppercut de izquierda a la sien derriba a Gironés para la cuenta, llenando de estupor a la multitud.

Es la primera vez que Gironés ha sido puesto ko en su larguísima carrera deportiva, y será la última porque inmediatamente después del combate anuncia su retirada del boxeo. Los aficionados no escatiman en aplausos en cada uno de los homenajes que recibe, y las ofertas no paran de llegar, pero la decisión es firme.

Llegada la guerra civil, Gironés acepta el puesto que se le ofrece como guardaespaldas del presidente de la Generalitat, pasando luego a realizar labores administrativas para la policía. Huído a Francia tras la victoria de los sublevados, se exiliará a México de la mano del gobierno republicano en el exilio. Su esposa Dolors, con la que contrajo matrimonio en agosto de 1928, y su única hija, Lolita, sufrirán las represalias de los franquistas –que le acusan falsamente de torturador durante su estancia en la policía– y no volverán nunca a verle. En México trabajará en una fábrica hasta su fallecimiento el 8 de febrero de 1982.

Resumen de sus resultados:

Combates: 107

Victorias: 97 (91%)
  • Puntos: 38
  • KO: 26
  • Abandono: 23
  • KOT: 7
  • Descalificación: 3
Derrotas: 8
  • Puntos: 4
  • KO: 1
  • Descalificación: 3
Nulos: 2

Ángel Artero (f. 1965)


En las primeras décadas del boxeo en España destacaron grandes, grandísimos pugilistas, pero también eran de sobra conocidos por los aficionados los nombres de otros personajes que participaban de este deporte tan fascinante. Promotores, organizadores, preparadores, managers, hombres sin los cuales España nunca hubiera alcanzado los puestos de cabeza dentro del boxeo europeo. Ángel Artero fue uno de estos “protagonistas secundarios”.


Nacido en la ciudad condal, su vinculación a este deporte se remonta al lejano año de 1913, cuando lo encontramos militando como boxeador en el Boxing Club Barcelona, que junto con el Club Pugilista constituían los dos grupos en los que los aficionados al boxeo pretendían afianzar este incipiente deporte en la capital catalana.


Rondando los 68 kilos de peso, a caballo entre los pesos welter y medios, Ángel Artero aparece hasta 1924 en varias de las veladas que poco a poco van proliferando en Barcelona, primero como miembro del Boxing Club, y desde el año 21 como afiliado al Punching Ball Club de Gracia. Dotado de una increíble resistencia física, carece sin embargo de temperamento agresivo cuando su rival se halla a su merced, y acaso por ese motivo su record como pugilista es más bien modesto. Los 19 combates que recoge la prensa de la época se saldan con 6 victorias (tres de ellas antes del límite) ante púgiles como Torrens, Ubach, el argentino Salcedo o el francés Millé, entre otros; 3 derrotas (ante Allack y en dos ocasiones ante el popular Pedro Sáez); 4 nulos; 2 combates sin veredicto; y 4 de los que desconocemos el resultado. Uno de los combates sin veredicto –contra Mora, en la velada a beneficio del boxeador Gastón C. Anderson, gravemente enfermo– constituye, precisamente, su última aparición como púgil, el 22 de febrero de 1924.


Apenas dos meses más tarde, Ángel Artero cuelga los guantes y se estrena en la faceta de preparador físico formando parte del equipo de Taxonera, a cargo de los boxeadores Pedro Sáez, José Gironés y Blasco, entre otros. Su vinculación con el Punching Ball Club, sin embargo, le lleva pronto a ser nombrado manager de la entidad, y es en esta nueva ocupación en la que se revela como uno de los hombres claves del boxeo español del siglo XX. De su mano surge la que pronto se denomina “escuela de Gracia”, que se caracteriza por una esmerada preparación física y un cuidadoso estudio de los rivales, por sobriedad e inteligencia a un tiempo, por un ataque metódico por todos los flancos hasta la completa anulación del adversario. José Gironés, el campeón de Europa de los pesos pluma, es sin duda el mejor exponente de este estilo, pero también lo son otros grandes boxeadores que triunfan de la mano de Artero, como Carlos Flix (campeón de Europa del peso gallo), Francisco Ros (campeón de España de los pesos welter y medio) y Fortunato Ortega (campeón nacional de los mosca), entre otros.


La carrera de Artero como figura de primera línea de nuestro deporte finalizó al terminar la guerra civil, cuando la policía del régimen lo torturó dentro de la campaña sistemática de persecución a sus pupilos (Gironés huyó al exilio, Flix fue fusilado y Ros desapareció en un campo de concentración alemán). Ángel Artero falleció en Barcelona en agosto de 1965.